Así justificó Séptima Zona Militar el asesinato de un hombre de 52 años de edad y un menor, debido a la agresión armada que soldados perpetraron contra dos familias en Monterrey, ocurrida la noche del domingo pasado, cuando éstos regresaban de una fiesta y no advirtieron la señal de alto del Ejército. El asunto es que, así, ya van varias. Una de las más graves ocurrió en el mes de abril, cuando milicianos abrieron fuego contra una familia en Tamaulipas, asesinando a dos niños. Entonces, la Sedena dijo que era “fuego cruzado”. Estos son apenas ejemplos de la imprudencia del Ejército en las calles, sin obviar que representa una violación al 129 constitucional “En tiempo de paz, ninguna autoridad militar puede ejercer más funciones que las que tengan exacta conexión con la disciplina militar”, además de otros como el 16 y el 29, que garantizan que ninguna familia o individuo será agredido por el Estado sin orden judicial y los muchos tratados internacionales suscritos por México en materia de derechos humanos. Lo que hace Calderón es ilegal, inconstitucional e inmoral. El Ejército debe regresar a sus cuarteles y su Comandante supremo renunciar a su cargo.